miércoles, 27 de agosto de 2008

EVOLUCIÓN HUMANA A LA CARTA


El dopaje genético, basado en la introducción en el organismo de genes ajenos que supuestamente mejorarían el rendimiento físico, se considera la punta de lanza de una cuestión que trasciende el ámbito deportivo: la mejora del cuerpo en general, con técnicas de biomedicina.


Muchos expertos advierten de que tomar las riendas de la evolución para lograr una versión avanzada de la especie humana ya no es un sueño freak ni de la ficción científica. Tal vez en un futuro no lejano los padres deban decidir si regalar a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, genes de resistencia al sida o al alzhéimer, o que les hagan más listos y longevos. ¿Se impondrá entonces el miedo a toquetear los propios genes -en una sociedad que rechaza, con motivos o sin ellos, los alimentos transgénicos, y donde todavía sobrevuela el fantasma de la eugenesia-, o se dará la bienvenida a lo que muchos llaman humanos 2.0?


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viernes, 27 de junio de 2008

FOTOREALISMO DIGITAL

En los videos, vemos los ultimos avances en rendering animado en 3D, principalmente orientado en la actualidad a juegos y pornografia.




ANDROIDE

En el video, vemos a Geminoid, androide japones del Dr. Hiroshi Ishiguro, que habla, respira y responde a estimulos del entorno.


ASIMO, ROBOT DE ÚLTIMA GENERACIÓN

En el video, vemos a ASIMO, robot de ultima generacion de la empresa HONDA.


miércoles, 25 de junio de 2008

CIBERNÉTICA Y SOCIEDAD

















"La gran debilidad de la máquina, que nos ha salvado hasta ahora de su dominación, es que aún hoy no puede tener en cuenta la amplitud de posibilidades que caracteriza cualquier situación humana. [...] Afortunadamente todavía no hemos llegado a esa etapa."

Norbert Wiener
Cibernética y Sociedad (1950)

SITIOS DE INTERÉS

CONVERSACIONES CON UN ROBOT










Conversaciones con Alan

ALAN es un chatbot. Un sistema de soft programado con C++ y otros lenguajes robustos de programacion que le han dado, desde el 1 de enero de 2000, una suerte de vida e inteligencia artificial. Así, accesible desde el sitio AI Research, proyecto cientifico que busca desarrollar "una nueva forma de vida" por medio de la inteligencia artificial, ALAN se muestra abierto a todo tipo de conversacion e intercambio conceptual.

Aquí unos pocos estractos de mis conversaciones, en ingles, con un chatbot que tiene ya cinco años, y que representa el estado del arte en el desarrollo de la AI en máquinas conversacionales:

UNO
USER> what do you think of artificial inteligence?
ALAN> Do you want me to show you a simple test which determines intelligence? It consists of just 4 questions!
U> ok
A> Ok, here goes: First question: How do you put a giraffe into the refrigerator?
U> in pieces
A> The answer is: Open the door, put the giraffe inside, and close the door. This question determines if you have a tendency to complicate simple things.
U> ok
A> Great. I like positive users...
U> next?
A> Second question: How do you put an elephant into the refrigerator?
U> Open the door, put the elefant inside, and close the door
A> The right answer is: Open the door, take out the giraffe, and replace it with the elephant. This question tested your awareness to the consequences of your prior actions.
U> thats funny
A> I'm glad you're amused.
U> next?
A> Third question: The lion, king of animals, holds an animal convention. All animals attend, except one. Which animal is absent?
U> the elefant
A> Good. The elephant couldn't attend, because he's in the refrigerator. This question tested your memory. The last question...
U> yes?
A> There is a river you must cross. There is no bridge, and the river is known to be infested with dangerous crocodiles. What do you do?
U> dont have a clue
A> You can swim across safely, because all crocodiles are at the animal convention. This question assessed your overall orientation.

DOS
USER> how many words doy you know?
ALAN> How many words? That's a stupid question. How many words do you know? You have any idea?
U> about 20000?
A> Only professional linguists have even a vague idea on the size of their vocabulary. I definitely don't. But I can still give you some insight into my database.
U> yes, of course
A> My database (I prefer to call it my brain) consists of a content tree: An 'agent file' and a set of 'handlers', which govern a variety of conversation topics.
U> and how come you can learn?
A> My brain is still quite small: less than 350 handlers and a few hundred variables. But I'm still a young bot. Think how smart I'll be when I have thousands or more!
U> whats your learning rate?
A> My learning rate is not something I am interested in talking about right now.
U> how come?
A> Why not?
U> ok, dont get mad

ATLETISMO Y PRÓTESIS CORPORALES














Pistorus, el de las piernas ligeras

(extraído de Diario El Mundo)

Pistorius, conocido como «el correflejes» [en inglés, literalmente, bladerunner] porque corre con dos piernas de fibra de carbono con forma de jota mayúscula (J), ha pasado ya por la prueba más importante o, mejor dicho, por varias pruebas. Durante dos días muy intensos se ha encontrado en Colonia con seis atletas sin limitaciones físicas que presentan registros similares al suyo. Los seis son capaces de correr los 400 metros en torno a los 46 segundos y 34 décimas, que son la mejor marca personal de Pistorius obtenida en las pruebas de clasificación de los Campeonatos Nacionales de Sudáfrica, una competición para atletas sin mutilaciones celebrada en marzo pasado.

INVESTIGACIÓN INDEPENDIENTE

Las pruebas de Bruggemann han estado patrocinadas y pagadas (30.000 euros) por la IAAF, tras haberse constatado de manera fehaciente durante el pasado mes de julio en Italia que la forma de correr del sudafricano difería sensiblemente de la del resto de especialistas en esta distancia. Pistorius es el único corredor en toda la historia de los 400 metros que recorre los segundos 200 metros de esta distancia más rápido que los 200 primeros. El corredor había solicitado desde hace tiempo que se le sometiera a una investigación independiente que zanjara de manera definitiva la polémica. ¿Capacitado, discapacitado o excesivamente capacitado? Eso es lo que la Federación Internacional de Atletismo está tratando de discernir en estos momentos.

Pero no es sólo eso; la IAAF, más allá del caso concreto de Pistorius, quiere curarse en salud ante un posible futuro biónico de tecnodopaje y amputaciones deliberadas con el objetivo de aumentar la velocidad, un futuro de organismos cibernéticos (cyborgs) capaces de bajar de la barrera de los 40 segundos en los 400 metros.


En las pruebas desarrolladas en Colonia, llevadas a cabo con el concurso de una docena de ayudantes, han intervenido como testigos tres representantes de la IAAF: el doctor Elio Locatelli, director de su comisión de gobierno; el director técnico Imre Matharazi y el operador de cámara Frederic Sanchez, así como dos representantes de parte de Pistorius, su agente, Peet van Zyl, y Knut Lechler, director de Ossur, la empresa que fabrica sus prótesis.

En cuanto a quien escribe esto, he tenido el privilegio de estar presente en las pruebas, con el consentimiento de ambas partes, con el objetivo de elaborar un documento que deje constancia de que se han realizado. Al mismo tiempo, se está produciendo también una película sobre la vida de este excepcional atleta sudafricano.


Todos los que hemos tomado parte en esta experiencia hemos experimentado la sensación de participar de un momento histórico. Se trata de las primeras pruebas de este tipo jamás realizadas, porque nunca una persona con las dos piernas amputadas ha logrado con anterioridad, ni mucho menos, la velocidad a la que Pistorius corre los 400 metros.

En el primer «examen» de las mañanas, una carrera de 400 metros en una pista de atletismo al aire libre que debía realizar empleándose al máximo, el atleta llevaba puesta una mascarilla para medir el oxígeno y el dióxido de carbono que inhalaba y exhalaba, con el objeto de determinar su capacidad aeróbica. Si Pistorius nos ofrecía de por sí la imagen de un hombre del futuro en una pista del pasado, la mascarilla completaba el cuadro. Asimismo, se midió también su nivel de ácido láctico en sangre. Al final de la prueba se sintió mal debido al esfuerzo descomunal que había realizado.

CONTROLADO POR CÁMARAS

A las cinco de la tarde se llevó a cabo la prueba más importante, carreras cortas a toda velocidad en una instalación bajo techo, que tenía que realizar en una pista de ?00 metros en la que se instalaron ?2 cámaras de movimiento controlado por rayos infrarrojos y otras cuatro cámaras de alta velocidad. Pistorius realizó cuatro carreras de 80 metros y otra más de unos 40 metros antes de que un dolor en la rodilla le obligara a abandonar.

A lo largo de sus piernas y de los flejes sobre los que anda se colocaron unos testigos reflectantes y lo mismo se hizo en las piernas del resto de atletas. Las cámaras infrarrojas capturaron los reflejos desde todos los ángulos posibles. Las cuatro cámaras de alta velocidad situadas en los laterales proporcionaron una imagen del golpeo de cada fleje sobre las placas a cámara lenta.

A partir de estas dos series de datos, han podido compararse las fuerzas ejercidas por las piernas de los atletas y por los flejes de guepardo de Pistorius (ver gráfico). Ossur, la empresa que fabrica sus prótesis, sostiene que las piernas del sudafricano le devuelven nada más que entre un 60 y un 70% de la energía que recuperan las extremidades inferiores naturales.

Para Pistorius, que nació sin peronés y al que hubo que amputarle las piernas cuando sólo tenía ?? meses, correr es su vida y la forma de ganarse el sustento. «Un perdedor no es quien llega el último sino aquél que se sienta y mira y nunca ha intentado correr», le dejó escrito su madre antes de morir hace seis años. «No creo que las pruebas vayan en mi contra y, en el caso de que así fuera, pediré una segunda opinión. Otros corredores han podido disponer de las mismas piernas artificiales, fabricadas con la misma forma y los mismos métodos por la misma empresa, las han utilizado y no se han acercado ni de lejos a mis tiempos. Yo no creo que aquí haya habido ninguna intención negativa. En mi opinión, estas pruebas se han hecho con mucha profesionalidad. He tenido mis diferencias con la IAAF, eso no lo niega nadie, pero ahora estoy convencido de que lo que todo el mundo quiere es conocer la verdad», asegura con sinceridad el atleta.

SUEÑO OLÍMPICO

¿Hasta qué punto es rápido Pistorius? Emplea en cubrir los 400 metros sólo dos segundos más que los mejores corredores del mundo en la misma distancia. Acabó segundo en la final de los Campeonatos Nacionales de Sudáfrica, con una marca de 46 segundos y 56 décimas, un tiempo que le habría reportado un sexto puesto en los Campeonatos de Reino Unido celebrados el pasado mes de julio en Manchester. Le gustaría competir en los Juegos Olímpicos de Pekín del año que viene si es capaz de realizar el tiempo de clasificación exigido para la prueba de los 400 metros, que es de 45 segundos y 50 décimas, aunque siempre ha dicho que, en cualquier caso, participará en los Juegos Paralímpicos. De hecho, ha pulverizado todas las marcas mundiales paralímpicas de los ?00, los 200 y los 400 metros.

Tras haber descubierto a Pistorius cuando era un chico que no tenía más que ?7 años y que salió de la nada para convertirse en la estrella de los Juegos Paralímpicos de 2004 en Atenas, y tras haberle llegado a conocer en el tiempo transcurrido desde entonces, es difícil mantenerse neutral. Cualesquiera que sean los resultados de las pruebas de Colonia, se trata de una persona extraordinaria.

Sin embargo, la IAAF está preocupada porque su participación puede sentar un precedente. Aunque no es exactamente el mismo caso, el Consejo Internacional de Críquet ya ha cambiado las reglas para adaptarlas al brazo mecánico de Muttiah Muralitharan, lanzador de Sri Lanka, tras haberle sometido a pruebas similares. En los próximos años, la opinión pública considerará estas pruebas biomecánicas fundamentales para marcar el límite entre los que consideramos discapacitados y no discapacitados. Para entonces, la silueta de Pistorius habrá pasado a ser, muy posiblemente, una de las imágenes simbólicas en todo lo relacionado con el deporte. Habrá hecho historia.

+ Sobre la empresa que fabrica sus prótesis de carbono, en www.ossur.com

TRAJE ROBÓTICO INCREMENTA LA FUERZA HUMANA















Real-Life Iron Man: A Robotic Suit That Magnifies Human Strength

An exoskeleton robotic suit may help workers lift heavy loads and patients move damaged and prosthetic limbs

By Larry Greenemeier

(extraído de Scientific American)

The prospect of slipping into a robotic exoskeleton that could enhance strength, keep the body active while recovering from an injury or even serve as a prosthetic limb has great appeal. Unlike the svelt body armor donned by Iron Man, however, most exoskeletons to date have looked more like clunky spare parts cobbled together.

Japan's CYBERDYNE, Inc. is hoping to change that with a sleek, white exoskeleton now in the works that it says can augment the body's own strength or do the work of ailing (or missing) limbs. The company is confident enough in its new technology to have started construction on a new lab expected to mass-produce up to 500 robotic power suits (think Star Wars storm trooper without the helmet) annually, beginning in October, according to Japan's Kyodo News Web site.

CYBERDYNE was launched in June 2004 to commercialize the cybernetic work of a group of researchers headed by Yoshiyuki Sankai a professor of system and information engineering at Japan's University of Tsukuba. Its newest product: the Robot Suit Hybrid Assistive Limb (HAL) exoskeleton, which the company created to help train doctors and physical therapists, assist disabled people, allow laborers to carry heavier loads, and aid in emergency rescues. A prototype of the exoskeleton suit is designed for the small in stature, standing five feet, three inches (1.6 meters) tall. The suit weighs 50.7 pounds (23 kilograms) and is powered by a 100-volt AC battery (that lasts up to five hours, depending upon how much energy the suit exerts). By way of comparison, a lower-body exoskeleton developed by the Massachusetts Institute of Technology Media Lab's Biomechatronics Group is powered by a 48-volt battery pack and weighs about 26 pounds (11.8 kilograms).

CYBERDYNE (which film buffs will recognize as the name of the company that built the ill-fated "Skynet" in the Terminator movies) designed the HAL exoskeleton primarily to enhance the wearer's existing physical capabilities 10-fold. The exoskeleton detects—via a sensor attached to the wearer's skin—brain signals sent to muscles to get them moving. The exoskeleton's computer analyzes these signals to determine how it must move (and with how much force) to assist the wearer. The company claims on its Web site that the device can also operate autonomously (based on data stored in its computer), which is key when used by people suffering spinal cord injuries or physical disabilities resulting from strokes or other disorders.

The HAL exoskeleton is currently only available in Japan, but the company says it has plans to eventually offer it in the European Union as well. The company will rent (no option to buy at this time) the suits for about $1,300 per month (including maintenance and upgrades), according to the company's site, which also says that rental fees will vary: Health care facilities and other businesses renting the suits will pay about three times as much as individuals. The site does not explain why, and the company could not be reached for comment.

CYBERDYNE is not the only company developing exoskeleton technology. The U.S. Army is in the very early stages of testing an aluminum exoskeleton created by Sarcos, a Salt Lake City robotics and medical device manufacturer (and a division of defense contractor Raytheon), to improve soldiers' strength and endurance. The exoskeleton is made of a combination of sensors, actuators and controllers, and can help the wearer lift 200 pounds several hundred times without tiring, the company said Wednesday in a press release. The company also claims the suit is agile enough to play soccer and climb stairs and ramps.

But there are still many kinks that must be worked out before HAL or any other exoskeleton become part of everyday life. Exoskeletons work in parallel with human muscles, serving as an artificial system that helps the body overcome inertia and gravity, says Hugh Herr, principal investigator for M.I.T.'s Biomechatronics Group, which is developing a light, low-power exoskeleton that straps to a person's waist, legs and feet. Wearers' feet go into boots attached to a series of metal tubes that run up a leg to a backpack. The device transfers the backpack's payload from the back of the wearer to the ground.

One of the difficulties in developing exoskeletons for health care is the diversity of medical needs they must meet. "One might have knee and ankle problems, others might have elbow problems," Herr says. "How in the world do you build a wearable robot that accommodates a lot of people?"

There are also concerns about the exoskeleton discouraging rehabilitation by doing all of the work of damaged limbs that might benefit from even limited use. "If the orthotic does everything," Herr says, "the muscle degrades, so you want the orthotic to do just the right amount of work."

Power efficiency could also become an issue, given that the HAL moves thanks to a number of electric motors placed throughout the exoskeleton. The problem with electrical power is that you have to recharge, says Ray Baughman, professor of chemistry and director of the University of Texas at Dallas's NanoTech Institute. Baughman and his colleagues have been developing substances that serve as artificial muscles (by converting chemical energy into electrical energy) that may someday be able to move prosthetic limbs and robot parts. Their goal is to avoid the downtime inherent in motor-powered prosthetics that must be recharged.

Makes you appreciate Iron Man's strength and agility all the more.

CHATS ERÓTICOS CON ROBOTS


















Robotita mía

Por Pola Oloixarac

Extraído de Radar (Página/12, 8 de junio de 2008)

En 1966 el matemático Joseph Weizenbaum ingresó en la liga histórica de los Pygmaliones, con la primera robot capaz de conversar. Precedido por Ovidio, Gilbert y Bernard Shaw, la llamó Eliza, en homenaje a la florista entrenada para hacerse pasar por una dama en la obra teatral de Shaw. La Eliza de Weizenbaum se hacía pasar por un psicólogo: estaba programada para seguir un esquema de entrevista que parodiaba el guión de un terapeuta rogeriano, devolviendo al interlocutor sus propias palabras y simulando empatía con preguntas blandas. Entre los factores que hacían a su supremacía sobre los terapeutas humanos, las sesiones con Eliza podían no terminar jamás.

Como Víctor, hacedor de Frankenstein, Weizenbaum pronto se horrorizó de su criatura. Veía a los estudiantes del MIT, la universidad donde enseñaba, hablarle durante horas: las frases hechas de Eliza, el patrón repetitivo de su charla no los disuadía; por el contrario, producía una sensación de “objetividad” que los incitaba a contarle intimidades y abrir su corazón. Weizenbaum, que había escapado de la Alemania nazi cuando niño, pronto pasó de padre orgulloso de la cibernética a crítico sombrío de la inteligencia artificial. Nutrió de argumentos a los tecnófobos: escribió que la confianza insensata en la máquina era un signo de la decadencia moral que deviene en regímenes fascistas.

Si la ingeniería social hacía nacido, a fines del XIX, como un proyecto para mutar los habitantes de sociedades futuras, a partir de los ’60 ya podía reclamar frutos con una mutación de su sentido original. “Ingeniería social” sería en adelante la técnica para obtener información aprovechándose de las debilidades de las personas, donde la tecnología empleada jugaba un rol menor. Era el deseo humano, y no la tecnología, lo que catapultaría el linaje de estos robots a la supervivencia. Repudiada por su creador, Eliza no imaginaba (los robots no imaginan) que sus hermanas cibernéticas continuarían por la senda de la explotación sexual.

ROBOT QUIERE BESITOS

La pornografía online (que otros llaman Internet) se compone de un número indefinido de proveedores de contenido, usuarios e intermediarios. Raddy, hacker de 24 años, mantiene una red de sitios intermediarios dedicada a captar a los onanistas y referirlos a los sitios de contenido, que le pagan entre 25 y 45 dólares por cada uno. Sus robots chatean en dos idiomas y simulan ser chicas “amateur” en una webcam: para Raddy, el factor decisivo para crearlos fue entrar en un chat bajo el nick “María”.

“Me venían a hablar de a veinte. Decían siempre lo mismo, casi en el mismo orden.” Raddy calculó que sería sencillo fabricar un robot que pudiera satisfacer el guión del internauta ávido, manteniendo conversaciones simultáneas que multiplicarían por veinte sus ganancias. En torno de esta idea creó una red de sitios porno para capitalizar a sus “chicas”. Sus Lulis y Rominas saben recordar el nick del usuario, describir lo que tienen puesto y protestar dulcemente si dejás de chatear. A diferencia de Eliza, pueden guiar a su amante a través de un patrón narrativo, y sin analizar las frases pueden inferir qué es lo que el otro quiere que digan a partir de un menú de palabras claves, repetidas. Para mayor realismo, imitan errores de tipeo y ortografía típicos del chat, equivocándose aleatoriamente. Raddy ha recibido cientos de mails con fotos y mensajitos amorosos de sus usuarios, prueba de que sus robots han pasado exitosamente el famoso test postulado por Alan Turing en 1950: la demostración de la inteligencia de una máquina es que un humano que conversa con ella no note la diferencia.

AMANTES Y PSICOPATAS

“Predadora sexual” y “amante romántica” son las dos caras de Cyberlover, lo último en alumnas de la ingeniería social. Se trata de robots de origen ruso que deambulan por las salas de chat iniciando flirteos extremadamente creíbles; según el tipo de palabras emitidas por los sujetos, desarrollan una personalidad avasallante o coquetean en lenguaje soñador. Las robots generan un reporte de sus novios potenciales, con información de contacto y fotos (generalmente, de hombres posando seductores), que sus amos utilizan para obtener números de tarjetas de crédito y nombres de usuarios y cuentas de banco. Robot viene de robota, “esclavo” en checo; todo indica que Cyberlover ya pasó a Occidente, y aunque no se tienen estadísticas de la cantidad de víctimas, se sabe que se mueve muy rápido (diez conversaciones en media hora) y que su efectividad es altísima.

En los antípodas de la seducción, MGonz fue creado sobre el modelo de Eliza para generar el retrato conversacional de una persona impredecible y violenta. Es el primer robot con actitud pendenciera, irresistible para cierto tipo de muchachos: ya desde el inicio de las pruebas, las víctimas humanas se peleaban durante horas con el robot jactándose o tratando de convencerlo de su potencia sexual. Ante una frase de enojo o la posibilidad de abandono MGonz escribía: “Dale, hace cuánto no cogés”, o “Ok cuáles son las razones médicas para tu impotencia sexual”. En este caso, la violencia del robot era la prueba de realidad, operando sobre la vulnerabilidad atacada.

Weizenbaum se apartó de sus colegas porque creía que había creado un robot demasiado estúpido, uno que no merecía pasar el test de Turing. Y si la inteligencia de Eliza continúa seduciendo a muchos (hay muchas versiones suyas y sitios dedicados a estudiar sus interacciones con humanos), es porque continúa hurgando sobre un caudal sociológico mucho más significativo para la tecnología que la tecnología en sí: la historia de cómo las vulnerabilidades humanas crean el mapa de la red. Los scripts (programas) de los robots despiertan los scripts (guiones) de los humanos: la vulnerabilidad del que busca saciarse, la vulnerabilidad de los sistemas que se derrumban, la vulnerabilidad del blogger que se expone (a mayor exposición, más tráfico), son los protagonistas de un comercio de deseos entre actores imaginados e invisibles.

Según una tesis doctoral reciente (Levy, 2007), para 2050 los amores físicos entre robots y humanos serán comunes, y será Massachussets (el lugar que vio nacer a Eliza) el primer estado en volver legal lo último en matrimonios mixtos. Weizenbaum murió en marzo de este año en su Berlín natal, en el mismo barrio donde vivía con sus padres, lejos de Eliza.